miércoles, 25 de junio de 2014

Influencia y Pensamiento de los Masones para la Independencia del Paraguay.

Parte del Discurso pronunciado por el Patriota Paraguayo José Gaspar Rodríguez de Francia (1766-1840) en la Primera sesión del Congreso General reunido en Asunción el 17 de junio de
1811.

“El tiempo de la ilusión y engaño ya pasó, no estamos en aquellos siglos de ignorancia y barbarie en que casualmente se formaron muchos gobiernos, elevándose por grados en los tumultos de las invasiones o guerras civiles, entre una multitud de pasiones feroces y de intereses contrarios a la libertad y seguridad individual.

Al presente  nos hallamos en circunstancias más favorables. Nuevas luces se han adquirido y propagado, habiendo sido objeto de meditaciones
de los sabios y de las atenciones publicas todo lo que esta ligado al interés general y todo lo que puede contribuir a hacer a los hombres mejores y más felices.”

Entre los años 1717 y 1735 se produce la
Revolución de los Comuneros que constituye un ensayo y un referente futuro del proceso revolucionario que conducirá a la independencia de la República del Paraguay, No es imposible separar la Independencia del Paraguay del contexto político e ideológico del
siglo XVIII. Los masones influyeron y actuaron en la Independencia de los EEUU de la Monarquía Británica en 1776, en la Revolución Francesa en 1789 y en la invasión de Napoleón Bonaparte a España en  1808, que fueron referentes decisivos en el proceso de emancipación de las colonias
españolas en América.

Desde el punto de vista interno la evolución de la sociedad en los territorios del actual Paraguay  al
principio del siglo XVIII experimentó una progresiva toma de conciencia nacional de la clase criolla, gracias a las ideas ilustradas y libertarias escritos por masones, que pese al férreo control existente iban permeabilizando entre la elite autóctona. Todo ello motivado por el rechazo que producía la poderosa influencia de funcionarios reales en los puestos de poder, alejando a los criollos de las decisiones políticas, y por otro lado el monopolio comercial ejercido por la Monarquía Hispánica sobre sus territorios que imposibilitaba la libertad económica.

En la madrugada del 14 al 15 de mayo de 1811 culmina el proceso de emancipación de la intendencia de Paraguay del Virreinato de Río de
la Plata y por ende de la corona de España. El proceso revolucionario auspiciado desde el exterior por las campañas bélicas del argentino Manuel Belgrano y la Junta Mayor de Buenos Aires e internamente en Paraguay por un grupo de militares revolucionarios liderado por Pedro Juan Caballero, Fulgencio Yegros, Cabañas, Vicente Ignacio Iturbe entre otros,  es la consecuencia de un largo proceso cuyos orígenes y antecedentes se
remontan al siglo XVIII.

Nos encontramos con un fenómeno regional que provocará, que en un rápido proceso de descolonización, la Monarquía Hispánica pierda su hegemonía en la práctica totalidad de sus dominios.

Paraguay se emancipa definitivamente y se convierte en uno de los primeros países de Latinoamérica en organizarse como una nación independiente

PRIMEROS MASONES PARAGUAYOS

Los Masones participaron de forma activa en la emancipación de los países del Sur de América del yugo Español. En los trabajos preliminares de la independencia de los pueblos americanos, junto al General venezolano Francisco de Miranda, el sacerdote paraguayo Juan Pablo Fretes, se juntó a él en 1799 y luego a San Martín, Simón Bolívar, O`Higgins, Carrera y Manuel Belgrano en la Logia
“Unión Americana”. Se afilio luego a la Logia Lautaro en Cádiz con San Martin y Belgrano.

Pocos saben que el primer Masón paraguayo fue nada menos que un clérigo: Juan Pablo Fretes. Si bien algunos documentos lo citan como argentino natural de Buenos Aires, sin embargo es sabido que nació de padres paraguayos en territorio entonces perteneciente al Paraguay antes de
1770. Es elevado a la categoría de canónigo en 1807. En 1809 contribuyó para la guerra de España contra los franceses. Escribió un breve “Compendio de geografía”, en verso, para uso de la juventud americana. El manuscrito original, que tiene 20 folios, fue puesto en venta por un librero de Madrid.

Su presencia silenciosa sin embargo se hace patente en cuanto documento se relacione a la Masonería en el Río de la Plata, no pudiendo sin embargo hacer crecer la misma en Paraguay. Se halla ligado en muchos documentos de la época con Belgrano, San Martin y en Buenos Aires conformando los gobiernos de transición hacia la independencia de la Argentina. Falleció en Buenos Aires en 1817 siendo históricamente el primer Masón nacido en Paraguay.

En febrero de 1813 hace su aparición el próximo masón paraguayo: El Guaireño José Félix Bogado, bravo criollo que ligó el nombre de su patria al movimiento que conquistó la emancipación de Chile, Perú y Colombia. En octubre de 1817, cuando Bogado ya era Teniente, por orden de José de San Martín, todos los cuerpos de ejército de los Andes que participaron de la batalla de Ayacucho deberían elegir entres sus miembros, a
los que recibirían la Orden del Mérito de Chile.
Entre estos militares fue electo el Teniente José Félix Bogado ya incorporado a la Logia “Lautaro”.

Con el tiempo se hizo Coronel y brazo derecho del General San Martín en el Regimiento “Granaderos a Caballo” de Buenos Aires. Además, también perteneció a la Logia “Lautaro” de Chile y fue héroe en el ejército libertador de los Andes, al lado del General O`Higgins.
Su diploma de Coronel, del 9 de junio de 1825, lleva la firma de Simón Bolívar, atendiendo sus méritos y servicios.

Con la venida de inmigrantes europeos, en el Gobierno de Carlos Antonio López en el año 1845 trabaja en la clandestinidad y en forma secreta la Logia “Pitágoras” en Asunción, bajo la
Veneratura de Enrico Tuba, italiano que inició en su logia a técnicos inmigrantes que llegaban al Paraguay.

A los efectos de reconocer y ratificar la
independencia del Paraguay, además de firmar tratados de comercio y amistad con libre navegación de ríos internacionales, llega a Asunción en 1853 el buque británico “Locus” que
transportaba al Sr. Exc. Charles Hotham, primer diplomático británico ante el gobierno del Paraguay. En ese buque, capitaneado por el hermano del diplomático, trabajaba la Logia “Conway” bajo la Veneratura de Ernest
Hotham, donde iniciaron a militares y
personalidades del gobierno paraguayo que cumplirían una proficua labor en la construcción del país.

El 28 de julio de 1869, en la Ciudad de
Asunción,  levanta Columnas la Logia
Unión Paraguaya Nº 30 con el Padridrinazgo de la Augusta y Respetable Logia Constante Unión No.23 de la Ciudad de Corrientes, Argentina, que levanto columnas en 1.834. La Logia Unión Paraguaya Nº30 dio dos presidentes al Paraguay: Juan Bautista Gill 1874-1877 y Juan Gualberto González 1890-1893.

INFLUENCIA DEL PENSAMIENTO DE LOS
MASONES EN EL:

DR. GASPAR RODRIGUEZ DE FRANCIA

Si bien se sabe que el Dictador Francia no fue iniciado en la Masonería , el mentor intelectual de la Independencia del Paraguay, Gaspar Rodríguez de Francia, pudo haber tenido contacto con intelectuales masones en la Universidad cuando estudió. De hecho, sus inspiradores fueron los enciclopedistas franceses, quienes bajo la premisa de “Libertad, Igualdad y Fraternidad” consiguieron la independencia de Francia y la documentaron en sus escritos que inflamaron a los eruditos americanos de principios del siglo XIX. De hecho, la literatura de Diderot, Voltaire, Montesquieu y Rosseau inspiraron la Doctrina Nacionalista de Gaspar Rodríguez de Francia, el cual los interpreto de manera muy personal en su Organización del Gobierno.

El Dr. Rodríguez de Francia, estudio en Asunción, primero con los Franciscanos, luego con los Dominicos y luego en el año 1780 se traslado a Córdoba, Argentina  para realizar sus estudios superiores en el Colegio Universitario Real Convictorio de Nuestra Señora del Montserrat.

Allí fue compañero de estudios de otros hombres que influirían en la vida pública sudamericana, como Juan José Castelli (Venerable Maestro de la logia Independencia, que levanto columnas en Bs. As.  en el año 1795 y que adopto como nombre público el de  Sociedad  “Patriótica, Económica y Literaria", y a las vez fue Primo de Manuel Belgrano ( masón de la Logia Independencia y de
Sociedad de los siete , Logia Lautaro, VM:. De la Logia Argentina y posteriormente denominada Logia Unidad Argentina de la ciudad de Tucumán) , Saturnino Rodríguez Peña (Masón miembro de la Logia Independencia y Representante del Gral. Francisco de Miranda en Sudamérica, VM:. De la Logia Gran Reunión Americana), Juan José Paso
(masón de la Logia Independencia y de Sociedad de los siete), Manuel Alberti  (masón de la Logia Independencia y de Sociedad de los siete) .

La Logia Independencia es el antecedente de la Logia “Lautaro” , que se denominó también la Gran Logia de Buenos Aires, que trabajaba con el Rito Moderno Francés . Rodríguez de Francia estudio en Córdoba  desde 1780 hasta 1785, con los hijos de las familias más ricas de la región.

Sus condiscípulos entonces son porteños, salteños, alto peruanos, y serán más tarde argentinos, uruguayos, bolivianos. Las nuevas
ideas de los enciclopedistas franceses los enardecen. Estudia y Discute con sus compañeros sobre “El Espíritu de las Leyes”, del “Contrato Social”, del “Diccionario Filosófico”, de los triunfos de los insurgentes norteamericanos y
también de Tupac Amaru, cuyo movimiento había dejado huellas en Oruro, en La Paz , Mendoza y Córdoba.

Además, mientras esta juventud estudiaba en Córdoba, fue batido en brecha el régimen feudal en Europa y sus posiciones allende el Atlántico.

No están lejanos los días en que caerá la Bastilla, la invasión de Napoleón a España, el despertar de un sentimiento patriótico incipiente entre los porteños contra las invasiones británicas.

Es este clima, de una época crucial, con
movimientos de ideas venidas de la Revolución Francesa inminente y de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos, que impregnará a Francia sus condiscípulos, marcará su futuro, especialmente a José Gaspar Rodríguez de Francia, quien permanecerá fiel a las ideas de su juventud hasta el fin.

Para ser más completo sobre el personaje y las ideas del Supremo, a fin de ubicarle mejor, haría falta compararlo con los otros grandes
latinoamericanos de su tiempo. Me limitaré a señalar, modestamente, los vínculos o la falta de vínculos de José Gaspar de Francia con tres personalidades de la independencia americana: Manual Belgrano, José Gervasio Artigas y Simón Bolívar.

A Manuel Belgrano lo conoció en 1811. El General porteño residió en Asunción varias semanas como Plenipotenciario de Buenos Aires, después de haber dirigido la desastrosa expedición auxiliadora derrotada por los paraguayos en Paraguari y en Tacuarí.

Francia no le quitó el ojo de encima durante toda su estancia y así nació
una amistad que no dejó de crecer hasta la muerte de Belgrano en 1820. Ambos no dejan de escribirse largas y sinceras cartas durante toda la vida del último. El Supremo sabe todo de su patriótico y progresista amigo: "Fundador de la enseñanza nacional, autor -como jurista eminente- del proyecto de una Constitución democrática, promotor de la agricultura argentina, de la Marina , creador de escuelas, defensor de los derechos de los indios. Es un General que da ciudadanos buenos y virtuosos a
la patria, mientras el General San Martín forma excelentes militares."

No se trata de uno de esos “jacobinos a medias’, que traicionarán el espíritu
de la Revolución de Mayo. Se comprende el afecto casi fraternal que le profesa José Gaspar de Francia al saberlo tan identificado con su propio ideal.

Con José Gervasio Artigas la cosa es diferente. No quiso recibirlo nunca personalmente. No lo vio jamás. Cuando Artigas, el Protector de los Pueblos Libres, vencido, se refugia el 5 de septiembre de 1820 en el Paraguay, es un mal momento: seis meses después de la conspiración reaccionaria del Viernes Santo (Conjura de 1820), de la que se cree tenga nexos con el extranjero.

Francia recela de Artigas. Sin embargo lo acoge con generosa hospitalidad. Le ofrece una residencia honorable y el sueldo de Capitán, antes de conferirle una finca donde este viejo campesino vivirá 30 años.
Artigas muere a los 86 años, el 23 de septiembre de 1850, después de haber llorado la desaparición del Supremo.

Francia honró al viejo caudillo que
incitó a su pueblo a la lucha, a su temple, sus éxitos y, sobre todo, al mérito de una reforma agraria antifeudal, a la construcción de escuelas públicas, a la manera de financiar jacobinamente la revolución popular, a su legislación democrática, a su integridad. No hay duda que la vida y el combate de José Gervasio Artigas a
Francia le son próximos. Por ello, de un lado, reserva personal a causa de las amenazas del pasado, pero respeto, generosidad para el héroe vencido, el jacobino de la Banda Oriental.

Con Simón Bolívar, era  muy diferente. Bolívar soñaba con la Federación de los Andes que se una al norte con México y la América Central dominada por Guatemala, con Cuba también y Puerto Rico al este, al Río de la Plata al sur, sino que está dispuesto a desencadenar la guerra contra el Brasil, contra España misma “para liberar a sus pueblos”, más exactamente para liberar al Paraguay de Francia, esa bestia, esa fiera, como le llama el Deán Funes, agente de Bolívar en Buenos Aires.

La liberación del francés Aimé Bonpland era el pretexto de Bolívar para invadir el Paraguay. Naturalista viajero, amigo de Alejandro de Humboldt, enviado a la Plata en 1817 utilizando la misma careta que los otros agentes de los Borbones, quienes solían establecerse también
como comerciantes, gracias a Pedro Saguier que era el hombre de la red de los Borbones en Buenos Aires, Bonpland llegó fraudulentamente al Paraguay, fue bloqueado en el país y se convirtió
durante años en un gran ganadero, agricultor e industrial rico, pero para el resto del mundo estaba encerrado en las húmedas lozas de una mazmorra, de modo que Bolívar, Humboldt y otros desencadenaron en su favor una clamorosa compaña mundial, extraordinaria para la época.

Pero ello no solo sucedía por la fama del sabio sino porque Bonpland era nada mas y nada menos que Past Gran Maestre de la Gran Logia de Francia. Bolívar, Mason, la Academia de Ciencias
de Francia y Pedro I, Emperador del Brasil y a la sazón, líder de la Masonería en dicho territorio, reclamaron enérgicamente al Dr. Gaspar de Francia su liberación. Pero el Dr. Francia no lo
libero de inmediato, lo libero casi diez años después de tomarlo prisionero y sin permitírsele llevar ni una sola colección de insectos y plantas y ningún integrante de su familia.

La verdad es que, como lo comprueban documentos dados al pie de nota por Augusto Roa Bastos en “Yo el Supremo” (y existen otros documentos) Simón Bolívar realmente proyectó invadir el
Paraguay por la ruta del Pilcomayo.

Pero no para solicitar del Supremo únicamente la liberación de Bonpland, que no dejaba de escribir a sus amigos
sobre su salud floreciente, sus facilidades en el país, sus logros financieros, su prosperidad. No, sino para derrocar a quien Bolívar consideraba un tirano odioso, porque era un revolucionario que él no comprendía, con concepciones diametralmente opuestas a las suyas.

Saben ustedes que el texto de la carta de Simón Bolívar a  Rodríguez de Francia existe; ha sido dado al pie de página por Roa Bastos y contiene cosas muy reveladoras. Por ejemplo, se dirige al Señor Dictador Supremo del Paraguay, pero en el texto de la carta dice que de ningún modo es posible causar perjuicios a ” la Provincia ” del
Paraguay, y el Supremo no podía, evidentemente, aceptar que se trate de provincia al Paraguay, pues ya hacía años que era una República Independiente.
Pero hubo una querella a propósito, entre periodistas o entre historiadores.
En su carta al Supremo, Bolívar le dice que para conseguir la libertad de su queridísimo amigo Bonpland “yo sería capaz de marchar hasta el Paraguay y sólo por libertar al mejor de los hombres y al más célebre de los viajeros”. Dice “y sólo por libertar… “.

La disputa entre los historiadores es
“solo” con tilde o sin tilde. Porque es muy diferente, como ustedes lo entienden. En realidad, fue con tilde, pero no solito, y la prueba reside en lila carta de Bolívar a Santander, que se encontraba entonces en Lima, y en la cual Bolívar le indicaba: “La mejor ruta para ir al Paraguay es la ruta del Pilcomayo”.

Así pues, las cosas son claras.
Amistad, entonces, con Manuel Belgrano; respeto y generosidad para José Gervasio Artigas; pero recelos patrióticos contra Simón Bolívar, lo que
corresponde muy bien con las ideas y el carácter íntegro e intransigente del Supremo: director de la Revolución, como él lo pidió, para un país amenazado por los termidorianos.

Tengo que añadir que ese dictador, a diferencia de los tiranos de su época y de la nuestra, redacta un semanario que leen y comentan entre sí jueces y administradores, con una repercusión
que llega a todos los rincones del país, para que el pueblo conozca y apoye su política y sus ideas.

Recibe en audiencia y escucha a los humildes en el Palacio presidencial. Sostiene, como Robespierre una vez más, que los únicos ciudadanos de la
República son los republicanos, y que, como reza el catecismo patriótico, “quien no es patriota es la moneda falsa mezclada a la buena.”

La terminología heredada de la Revolución Francesa en los textos latinoamericanos no traduce siempre exactamente los fenómenos políticos semejantes. No obstante, cuando el
Supremo vitupera a los “termidorianos”, no combate únicamente a Los enemigos de Robespierre, sino a todos los que -en el Paraguay así como en Buenos Aires- traicionan los ideales revolucionarios y patrióticos. Y cuando él considera que su amigo platense Manuel Belgrano no es un ‘jacobino a medias” como algunos otros bonaerenses de la época, es para rendir homenaje a un revolucionario sincero y fiel a las ideas de su juventud.

Gaspar Rodríguez de Francia, amigo y compañero de estudios en el Colegio Universitario Real Convictorio de Nuestra Señora del Montserrat, de Juan José Castelli, (Venerable Maestro de la Logia Independencia de Bs.As y Logia Lautaro), aplicaría a rajatabla una política similar al Plan de Operaciones de Mariano Moreno (Masón
miembro de la Logia Independencia ) transformando al Paraguay en la única república desarrollada y autosuficiente de la América Española.

Cuando murió en 1840, habiendo gobernado durante casi treinta años, dejaría un país integrado étnicamente con la inmensa población indígena, con la riqueza democráticamente distribuida, con el guaraní como idioma oficial, con industrias ya desarrolladas y con la tierra en manos del estado alquilada a las familias de criollos, mestizos e indios por igual, sin latifundios.

El Paraguay sería hasta su destrucción en la infame guerra de la Triple Alianza ,el único país realmente independiente y democrático y autosuficiente de las repúblicas fragmentadas de la Patria Grande no construida.

El Prócer Argentino Juan José Castelli, Venerable Maestro de la Logia Independencia de Bs.As, era Dr. en Derecho y tenía en Buenos Aires, el buffet de abogados más prestigioso del rió de la plata.

En el año 1806, estudio en Buenos Aires, nuestro prócer Paraguayo Mariano Antonio Molas trabajó junto a Juan José Castelli en el famoso
buffet de abogados en el cual fue influenciado por las ideas independentistas de Castelli.

También en Paraguay durante la revolución de mayo de 1811, residía en Paraguay, específicamente en Concepción, el Comerciante argentino José de María, que tuvo activa participación para la gesta  independentista del Paraguay, era el yerno de Don Francisco de Escalada (masón de la Logia Independencia de Buenos Aires y suegro del Gral. San  Martín, Venerable Maestro de la Logia
Lautaro ) y concuñado del libertador San Martín.

Algunos Historiadores como Alberto J. Lapolla, dice que el Dr. Rodríguez de Francia y José de María eran los contactos en Paraguay de la Logia Revolucionaria que encabezaba el Dr. Juan José Castelli.

La República del Paraguay es  Soberana e Independiente a partir del 14 y 15 de mayo de 1811. No existen datos de que los Masones hayan actuado directamente en la gesta de Independencia del Paraguay. Si existen datos de que el Primer Paraguayo Iniciado en la Masonería antes de la Independencia del Paraguay es el Padre Juan Pablo Fretes, que perteneció a la
Logia Unión Americana y Logia Lautaro.
El Segundo Paraguayo Mason es el Coronel José Félix Bogado Iniciado en la Logia Lautaro , durante la Gesta Libertadora de los Andes. El Dr.Rodríguez de Francia, sí estuvo en contacto con Masones, en conocimiento de los que hacían e influenciado por el ideal de la Masonería.

Recién a partir del año 1845 existen datos de trabajo de Logias de Masones en el Paraguay.

Bibliografía Consultada:

1- Pensamiento Político de la Emancipación (1790-1825) TOMO II- José Luis Romero, Luis Alberto Romero.

2- Articulo de Christian Gadea Saguier*, Para el Simposio Internacional de la Historia de la Masonería en América Latina. *Ex Venerable Maestro de la Logia “Concordia” #15 de la Gran Logia Simbólica del Paraguay. Periodista y
escritor.

3- Forjadores del Paraguay- Grupo
Arami  Empresarial.

4- Conferencia de Georges Fournial, Secretario de Asuntos Latinoamericanos del Partido Comunista, en la Conferencia “José Gaspar Rodríguez de Francia, El Robespierre de la Independencia Americana , dado en el Seminario
sobre “YO, EL SUPREMO”, de Augusto Roa Bastos, Conferencia en Paris, Francia, en el año 1984.

5- Masoneria en la Revolución de Mayo:
Influencia en el Pensamiento Político. Ediciones Masónicas Argentina.

6- Historia Universal- Tomo XII- Juan Bta. Weiss.

7- Portal electrónico de la Agencia de Prensa Masónica de Rumania- Bicentenario de la República del Paraguay.

8- De la Invasión a la Revolución: La
Resistencia como forma de existencia – Alberto J. Lapolla.

9- Gaspar Rodríguez de Francia, El Hombre de la Independencia y El Aislamiento Paraguayo. Ana Ribeiro. Editorial El Lector.

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