La historia política de la república nos denota una cierta influencia militar en su haber, es más, en nuestra la actualidad el hecho de formar filas dentro de la milicia es motivo de orgullo y ejemplo pues (para muchos) son quienes deben guiar los destinos patrios.
La ideología nazi, como sabemos, es totalitarista, racista y personalista,
la figura del führer debía ser endiosada a cada momento del palpitante nacionalsocialista, la pregunta que surge es, ¿cuál es la conexión que tiene la milicia con la filosofía del partido nazi de Adolf Hitler? Simple. Hitler era militar y héroe, en nuestra república quienes decidían las grandes “decisiones” pertenecían al gabinete militar.
El arrastre hacia la causa de Adolf Hitler en Paraguay fue titánico sus inicios datan ya desde 1927 en donde un grupo de fervientes doctrinarios nazi dieron el batacazo a la formación del primer tentáculo NAZI fuera de Alemania. "El grupo de la NSDAP (en el Paraguay) es el más antiguo del mundo y ya fue reconocido por la dirección del partido en 1929.
Los comienzos de la actividad nacionalsocialista entre los alemanes del Paraguay se remontan al año 1927 en la ciudad de Villarrica. Si bien su primer gestor abandonó más tarde el partido, aquí comenzó la tarea. Poco después el movimiento se conoció también en la Colonia Independencia,
más adelante Kliewer detalla las primeras discrepancias entre los alemanes del Paraguay con motivo de la adopción de la bandera nacionalsocialista, señalando también que por esta razón apareció el primer boletín nazi. "En Independencia -prosigue Kliewer- tres jóvenes acordaron formar en junio de 1928 un grupo de trabajo". Sin ingresar aún al partido, comenzaron a trabajar con mucho entusiasmo en la colonia.
Organizaron charlas nocturnas para instruir políticamente a los colonos.
Si vemos desde un punto de vista de política internacional y en aquellos albores, la república es motivo de envidia para los cientos de estados que anhelaban el visto bueno del Fuhrer para profesar su filosofía, nosotros lo habíamos logrado, tan fuerte era el sentimiento nazi que durante la contienda chaqueña desfilábamos ante
el estandarte nazi.
El Paraguayo se sentía a la par que el alemán y doy fe que muchos vaticinaban el dominio mundial de paraguayos y alemanes. Los gobiernos del coronel Rafael Franco (1936-1937) y de Félix Paiva (1937-1939) no quedan al margen de la presión totalitaria ítalo-germánica, que hace también escuela en importantes sectores del ejército y en algunos círculos políticos e intelectuales donde la disciplina, el orden y el trabajo son valores apetecidos.
El estallido de la II Guerra Mundial dió un nuevo futuro –incierto– para la nación, “desgraciadamente” el Reich de los mil años del Führer había perdurado 12, la política dio un giro de 360 grados y el ya entonces presidente de la república Coronel Higinio Morinigo ante la presión americana se declara a favor de los aliados, declarando la guerra al Eje Berlín-Roma-Tokio.
Se supone que con este acto todo tipo de signos de vida de la filosofía fascista debía de haber culminado, al afamado frente de guerra (NAZIS DE PURA CEPA) se esfumo y con él, el gran sueño
de crear una nuevo orden mundial dirigidos por alemanes y paraguayos.
La persecución a los grandes jerarcas del nacionalsocialismo alemán se convirtió en una verdadera caza de brujas y que mejor para ellos que destinarse a Sudamérica, siendo Paraguay el más atractivo para continuar con sus penosas vidas después de semejante derrota.
Personajes como Josef Mengele (más conocido como el ANGEL DE LA MUERTE) residió por mucho tiempo por tierra guaraní, Martin Bormann, secretario
oficial de Adolfo Hitler y director del Partido Nacionalsocialista Alemán, Eduard Roschmann, el “Carnicero de Riga” quien ordeno la ejecución de
30.000 judíos y debemos sumar a los miles de soldados nazi con distintos grados que hasta en nuestros tiempos existe su descendencia.
Todo esto pudo ser concretado gracias al trabajo realizado por Alfredo Stroessner dictador de la nación por más de 35 años, el sueño aún no había
acabado un descendiente alemán y nazi de cuna dirigía los destinos del Paraguay con puño de hierro.
Todos estos personajes nazis pasaron a “retiro” por cuestiones naturales y pregonaron su estilo de vida a cada paraguayo que se le cruzaba en frente, tras la caída de Stroessner, el sentir
siguió vivo y aún existen personas que abrazan tal ideología y para no acabarla el rumor de que el mismo Adolf Hitler el Führer de las naciones vivió y murió en Paraguay cada vez suena más fuerte, pues existen documentos tanto paraguayas, argentinas y uruguayas incluso americanas-europeas que Hitler no se suicidó en su Bunker sino que escapo hasta llegar a Paraguay donde un hijo suyo, un alemán como él le dio respaldo en su totalidad, según el libro "tras los pasos de Hitler", el Führer muere en el año 1971 y sus restos descansan bajo un lujoso y moderno hotel dentro de nuestra capital, en
donde, se realizan los respectivos cultos de adoración a quien cambio sus vidas cada inicio del mes de febrero.
La política nacional arrastra consigo el
estandarte nazi y el número de adeptos crece de forma desmesurada –en silencio pero crece–, y somos conscientes de tal peligro pero no
actuamos para eliminar ideas que van en contra del ideal democrático que hoy reina en nuestra nación. Es tedioso saber que en Paraguay seguir a Hitler es común y folclórico, el nazismo quedó muy arraigado en nuestra gente y sobre abundan aquellos que sueñan con el resurgimiento del nacionalsocialismo para guiar los destinos patrios y dejar en el máximo pedestal a quien cambio sus vidas, al Führer Adolf Hitler.
No hay comentarios:
Publicar un comentario